A mordiscos

Nos quisimos con locura, arrancamos la ropa a la noche, a mordiscos la desnudamos y desnudamos nuestras ganas, dando de comer al amanecer besando nuestras pieles, arañando nuestros cuerpos en un deseo incontrolable, presenciamos nacer los soles y bajamos las persianas para seguir amándonos, haciendo noches eternas en esa cama que se quedaba corta, corta para tanto amor, corta para tantas ganas, desatando cabos, recomponiendo huellas, desplazando el cielo disolviendo tormentas, quisimos tanto que...en un arrullo de aire, se nos paraba el corazón, distraídas las palabras susurradas mecían sin pausa los vientos, melancolía extrema en una clave de sol, mirando paraísos desiertos desde la ventana entreabierta, causando huracanes, resolviendo miedos, rematando los cristales que eran techo, y la vida pasaba, el tiempo huía, pensamientos y vuelos que el alma recogía, dándonos por completo, fusionando futuros, pariendo lunas en el suelo descalzo, donde mirábamos bajo el humo de un cigarro, el devenir de los hechos, y el hecho quedó mudo, sin una frase bonita que despertase moríamos de risa entre lágrimas y brillos, éramos uno, un solo latido, cuando empezamos a morder la noche, ninguno de los dos sabíamos, que nuestra vida sería por siempre, aquel retrato inacabado, en el que dos caminos, juntos de la mano, cogían las mismas olas que navegarían aquel barco varado...

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